China es la cuarta fuente de agua del mundo, sin embargo debido a su gran población, los recursos hídricos per cápita son 2.200 m3 uno de los países con menor proporción, en concreto el 88º del mundo con una cuarta parte de la media global de agua per cápita. Debido a que es un país en desarrollo, China ha sacrificado su medio ambiente a favor de un rápido crecimiento, lo que ha redundado en una peor calidad de sus aguas. Por ejemplo, hoy en día la industria del país sólo recicla el 65% del agua en comparación con el 85% de otras economías desarrolladas.
Esto conlleva que actualmente el 75% de los lagos chinos están considerablemente contaminados, así como la mitad de las aguas subterráneas de las zonas urbanas. Esta situación provoca pérdidas muy importantes (aprox. 36.200Mill USD al año) y por tanto una ralentización del crecimiento económico. El gobierno central está cada vez más preocupado con esta situación y en los 10º y 11º planes quinquenales se enfatizó la necesidad la necesidad de un desarrollo sostenible y conservación ecológica. Las inversiones tanto en el tratamiento de aguas residuales como de residuos sólidos han venido creciendo a tasas muy elevadas y su participación en el PIB es cada vez mayor. Algunas provincias como la de Guandong, el motor económico del sur de China, ha lanzado programas medioambientales muy ambiciosos con múltiples incentivos para promover la participación del sector privado. También numerosas ciudades con problemas de escasez de agua están realizando proyectos para mejorar su calidad. Las empresas españolas en el sector de tratamiento de aguas han facturado en España alrededor de 4000Mill.€ en los últimos 4 años (en sistemas de potabilización, depuración y desalación) y muchas de ellas cuentan con proyectos internacionales, en Sudamérica, Magreb y Oriente Medio principalmente.
Aunque tarde, las empresas españolas están desembarcando en China y las más importantes tienen oficinas de representación. Se han llevado a cabo diversos proyectos y en su mayoría, las inversiones se realizaron mediante préstamos favorables del gobierno español. La apuesta del gobierno español por la construcción de plantas desalinizadoras, ha convertido a las empresas españolas en líderes tecnológicos del sector y ha favorecido la ejecución de proyectos en países con escasos recursos hídricos.
CHEIC, ve en los proyectos de tratamiento de aguas, una oportunidad clara para que empresas españolas y chinas puedan trabajar conjuntamente. España posee la tecnología y experiencia adecuada y las autoridades Chinas están realizando una apuesta clara por mejorar la calidad de sus aguas, ya sea tras uso doméstico, como industrial o bien para re-uso. A través de nuestra oficina en Pekín y nuestros colaboradores, proveemos de asistencia sobre el terreno a las empresas españolas para llevar a buen puerto los proyectos lanzados por las municipalidades chinas, que generalmente son ejecutados a través de inversiones por el modelo de BOT y financiados con créditos en condiciones muy ventajosas ofrecidos por el gobierno español.