China se ha convertido en un suministrador de primer orden de todo tipo de productos. Su crecimiento económico comenzó con la producción de bienes de bajo valor añadido, pero en los últimos años las empresas chinas se han sofisticado enormemente y son ahora también exportadoras de alta tecnología. Sin embargo, en ocasiones, algunas empresas exportadoras, no prestan la adecuada atención a los niveles de calidad contratados y se generan importantes pérdidas y retrasos que repercuten no sólo al cliente, sino también a la credibilidad del suministrador.
Tras la experiencia de CHEIC en el control de proceso productivo de paneles solares, hemos abordado conjuntamente con fabricantes chinos de diferentes industrias, estándares de calidad que deben cumplirse para poder exportar sus productos a los países occidentales. De este modo, hemos trabajado con empresas constructoras españolas y suministradores de materiales de construcción chinos, para poder exportar dichos productos al mercado occidental.
Nuestra experiencia en este campo, nos hace ser conscientes de la necesidad de realizar dichos controles de calidad en prácticamente todos los campos de suministro industrial, colaborando ambas partes, proveedor y cliente, para fijar el estándar de calidad que cumple las exigencias contratadas. La figura de CHEIC, trabajando conjuntamente con empresas de certificación, resulta esencial para mantener esa exigencia y servir de hilo de comunicación y resolución ante cualquier tipo de incidencia que pudiera surgir.
De este modo, CHEIC está a la entera disposición de proveedores chinos y clientes occidentales, para desarrollar conjuntamente en casi cualquier tipo de industria, una pauta de trabajo y un estándar de calidad que satisfaga los intereses de ambas partes.